Un guiño a los años noventa incluyó toques de grunge y Stephanie Seymour, quien cerró el espectáculo.
Antes de la presentación de la Colección Versace Otoño 2019 Donatella Versace dijo: “Un poco de imperfección es la nueva perfección”, quien lo hubiera podido imaginar viniendo de alguien como Donatella? Continuo diciendo que había estado pensando en la forma en la que vivimos hoy, en nuestras pantallas, Instagram en particular y como todos estamos obsesionados con la perfeccion. Y estando preocupada precisamente por eso la llevó al grunge, el género musical de la década de 1990 asociado con guitarras y camisas de franela trituradas.
La inspiración
Pero no vayan a pensar que todo esto fue al azar, en realidad había un pensamiento estratégico para que Donatella diera este salto al pasado: significa atraer nuevos clientes, clientes más jóvenes que, en realidad, se sienten realmente en los años noventa. Marc Jacobs recientemente volvió a publicar su colección de grunge de 1993 para Perry Ellis, y Anna Sui también volvió a sacar su colección de Primavera ’93. Gianni Versace nunca se dirigió al grunge de la forma en que lo hicieron los diseñadores.
Pero Donatella siempre ha estado enamorada de la música, así que esto no fue tan improbable como suena. Y si lo dudan consideren esto: los años noventa están muy vivos en las pistas de Milán, desde el reverendo abuelo de Kurt Cobain en Tod’s el viernes por la mañana, hasta los fugados clodhoppers de Bottega Veneta en la tarde, hasta el lago de Versace. el viernes por la noche, en una pista con piezas de broches de seguridad dignas de Disneylandia, como recordatorio adicional del vestido de 1994 que puso a la casa de la moda italiana en el mapa de la cultura pop.
Al detalle
Pero aunque busco la imperfección como musa para sus diseños cuando se trataba de ropa de lujo, con precios de lujo, ahí es otra historia asi nos encontramos con conjuntos que canalizaban de manera creíble el espíritu grunge, entre ellos el minivestido con estampado en V sobre un suéter de punto acanalado y medias de encaje; el combo de puta bondadosa de un arnés de bondage y tweeds de colegiala; y el resbalón negro usado con una camiseta blanca impresa con una fotografía de 1995 de Richard Avedon de una glamorosa Donatella, que era la cara de la fragancia Versace Blonde.
Con una banda sonora de Nirvana a todo volumen, todos los códigos de la casa de Versace se filtraron a través de la licuadora grunge y más, desde los atuendos atractivos y con tiras de bustier usados con deslizadores de encaje o medias hasta los muslos, hasta las famosas huellas de la casa salpicadas en chaquetas acolchadas para mamá; Calcetines, medias y zapatillas.
La colección
El legado de sastrería de la marca se canalizó en chaquetas de tweed con sobrecubiertas de seda y minifaldas con bordes sin rematar y suéter de cachemira desgastada. Más lujosos eran los abrigos en un nuevo jacquard “V” de estilo Barocco Lurex, y vestidos de seda listos para la alfombra roja con cadenas de oro entrecruzadas envueltas a la espalda. Una nueva línea de bolsos, Virtus, también hizo su debut, tintineando llaves griegas, alfileres de seguridad y otros amuletos, incluido uno en honor a la diseñadora Pooch, Audrey Versace.
En Resumen
Y como dijimos al principio la ,marca está apuntando para exista algo para todas las edades, y eso incluye a las modelos. Versace es una casa construida por supermodelos de los años noventa, y en una temporada en la que los diseñadores se han obsesionado con ellos, Donatella trajo un Versace original para unirse a Kaia Gerber y Bella Hadid en la pasarela: Stephanie Seymour lo cerró en un traje negro y ceñido. Bata de malla con detalles de correa tipo bondage. Una de las musas originales de Gianni, se veía impecable y por supuesto perfecta.
Nos vemos en el siguiente post pero entre amigas.
Colección Versace Otoño 2019
