Lanvin

Colección Lanvin Otoño 2019

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“Es importante para Lanvin volver al mensaje direccional”, dijo el nuevo diseñador de la casa, Bruno Sialelli, quien hizo su debut para la Casa

Que mejor manera de empezar el desfile de la Colección Lanvin Otoño 2019 que con un nuevo amanecer brillante en el Boulevard Saint-Germain. Los tambores y las trompetas sonaron para hacer sonar la ascensión de Bruno Sialelli al trono de Lanvin. Nos reunimos para presenciar su coronación en la original casa gótica del siglo XIV, habitada por los abades de Cluny, que ahora alberga el Museo Nacional de la Edad Media de Francia.

El Inicio

Sin duda es una nueva era en Lanvin, al menos Fosun Fashion Group espera que así sea. El día del desfile, Bruno Sialelli, el más reciente jefe de ropa masculina en Loewe, presentó su colección debut para la casa asediada, que ha luchado para generar calor desde que Alber Elbaz fue despedido en octubre de 2015.

Como dije antes la colección se presento en el Musée Cluny, Sialelli ofreció una base sólida y direccional, tomando prestado un poco del estilo de Loewe en sastrería suave, capas escarpadas y toques artesanales para un enfoque de lujo más informal y elegante.

Debut

Si bien ningún diseñador nuevo debe ser juzgado por la historia de la casa que lo contrató, este fue un entorno propicio para la contemplación del pasado. La historia antigua de Lanvin es tan hermosa como lo es su historia reciente: desde 2015, su línea de ropa de mujer ha sido más sangrienta que la de Juego de tronos .

Para dar paso a Sialelli, los creadores de Lanvin abandonaron recientemente su único miembro creativo en funcionamiento, el diseñador de moda masculina Lucas Ossendrijver, de una manera totalmente impropia de los códigos de honor, cortesía y gentileza que tan fetichizados fueron cuando se construyó este lugar.

La inspiración

Eso, sin embargo, no es culpa de Sialelli. Su debut fue una colección que estaba ansiosa por complacer: un inmenso bufet  de ideas de todo lo que puedas usar. Estas incluían chaquetas de lana con cuellos de marinero y corbatas de cuero; chaquetas con solapas acolchadas y en forma de corazón; kilts con dobladillo doble en formas no coincidentes y el Dragón que también aparecía en pochettes y como bordado en un vestido sin espalda, con cuello y gargantilla de cuerda.

“Sabemos que Lanvin es una casa de ropa de noche donde encuentras hermosos colores”, dijo Sialelli durante una vista previa. “Pero Jeanne [Lanvin] también fue una de las primeras en hacer una amplia propuesta de ropa femenina, masculina y deportiva, cortinas y muebles … Era lo que hoy llamaríamos un [diseñador] de estilo de vida”, agregó. sus ambiciones para su nuevo rol, que lo lleva a diseñar tanto para hombres como para mujeres, así como para lanzar accesorios, comenzando con la bolsa de gancho suave que pudimos ver durante el desfile.

La influencia

Sailelli marcó una gran cantidad de influencias de la colección, desde los temas eróticos en la película “Querelle” de Werner Fassbinder pasando por la afinidad de Jeanne Lanvin por el arte medieval y los viajes exóticos, hasta el folclore sudamericano, todo lo cual se sumó a un eclecticismo terrenal, comenzando con Una chaqueta de marinero azul con corbatas de cuero marrón, sobre un caftán estampado en blanco y negro estampado con la obra de arte de la madre y el niño de la famosa fragancia Arpege de la casa.

El azul de Lanvin apareció varias veces, en un chaleco bien hecho con cuello redondo y solapas, sobre una falda de color caqui,  Chales de manta de cuadros de estilo clásico acentuados con blazers suaves o cortados en minis, mientras que un vestido con todo el bordado de pequeños zorros añadía un toque campestre.

La colección

Impresiones de pañuelos de seda garabateadas con versos e imágenes medievales de caballeros y dragones se convirtieron en blusas, túnicas y pantalones con cordones en capas debajo de los pantalones vaqueros, los dobladillos revoletearon  en los tobillos para una apariencia fresca. Y los vestidos con estampados drapeados suavemente estaban adornados con bocetos de hermosas doncellas.

Agregando una nota dulce, el diseñador usó ilustraciones de Babar en un conjunto de seda y punto. “Estaba caminando por el Sena, donde venden recortes de viejos libros de Babar, y como todos los niños de Francia, crecí con Babar”, dijo Sialelli. Sin embargo, los suéteres de punto inspirados en Sudamérica, los calentadores de brazos y más parecían un poco de eclecticismo excesivo.

Al detalle

El venerable logotipo de Jeanne y Marguerite Lanvin se usó como una impresión en una falda y pantalones. Había un logotipo de JL aparentemente nuevo, totalmente de 90 grados , que se mostraba tanto en la alfombra como en las prendas (y las zapatillas de deporte entre ellas) como un monograma o una firma independiente.

Había un denim tipo carpintero de corte medio y ancho, con un pijama más larga de seda con el logo de Lanvin debajo así como zapatillas con flecos, chaquetas de cuero parchadas con festones; una combinación de traje para hombres; mantos abrigos y faldas; y un fino vestido plateado abotonado de Lurex deshecho por una falda de mangas para brazos fantasmas.

Más detalles

La colección incluía como dije antes  juegos de minivestidos y camisas con Babar y Zephir, una serie de vestidos con capas con dobladillos adicionales remendados en la parte posterior que a veces venían bordados con zorros, una en un elegante vestido de color púrpura (vagamente caftan-in in mien) y, casi hemos llegado, una sesión final a través de algunas ilustraciones vagamente de los años 70 e impresas en las piezas finales.

Entonces, si bien Sialelli ciertamente sirvió a una variedad diversa, excelentemente ejecutada, gran parte de ella se sintió marinada en la estética de otro lugar: su anterior empleador, Loewe. Esto es comprensible en esta primera instancia. La explosión de todos los ángulos de la variedad en la colección se puede ver como los frutos de una mente infinitamente fértil o como una hinchazón originada por la falta de enfoque agravada por la falta de confianza en cualquiera de las muchas subsecciones de esta colección.

Hacia el futuro

A los 31 años de edad, el desafío del diseñador será atraer a un nuevo cliente a Lanvin después de dos inicios falsos que no han hecho nada para ayudar al valor de la marca en el mercado de lujo. Parte de lo que tiene a su favor es la juventud, y una visión alentadora de lo que el consumidor quiere hoy.

“Es importante para Lanvin volver a un mensaje direccional”, dijo, y señaló que parte de su idea es unir las colecciones de hombres y mujeres, incluido el intercambio de escaparates. “Así es como compramos hoy; las mujeres van al departamento de hombres para conseguir una camisa, los hombres van a las mujeres para un hermoso suéter rosa. No quieren escuchar que sea de hombres o mujeres. Realmente no les importa. No se trata de la fluidez de género, es solo un hecho. Es como la gente está comprando ahora.”

En resumen

Lo que sí iluminó esta colección es que el recién coronado príncipe de Lanvin tiene el potencial de hacer la transición de la casa de su edad oscura a una nueva fase de iluminación expresiva relativa.

Nos vemos en el siguiente post pero entre amigas

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