Cristóbal Balenciaga, el diseñador español al que Christian Dior llamó “el maestro de todos nosotros”, y como “el único modisto en el verdadero sentido de la palabra” por Coco Chanel, a la que le unía una profunda admiración mutua quien continuó, “Los otros son simplemente diseñadores de moda “. Continúa siendo reverenciado como la deidad suprema de los salones europeos. El día de su muerte, en 1972, Women’s Wear Daily corría el titular “El rey está muerto” (nadie en el mundo de la moda tenía dudas sobre a quién se refería).
Pero vamos a conocer un poco mas de el: A la edad de doce años, comenzó a trabajar como aprendiz de sastre y cuando era un adolescente, la Marquesa de Casa Torres, abuela de la Reina Fabiola de Bélgica la mujer noble más importante de su ciudad, se convirtió en su cliente y mecenas. Gracias a ello, Balenciaga entró en contacto con determinadas formas y modos de vida a los que, probablemente, no hubiera tenido acceso por su origen humilde.
Ella lo envió a Madrid , donde recibió entrenamiento formal en sastrería, debemos recordar que Balenciaga fue notable como uno de los pocos modistos en la historia de la moda que podía usar sus propias manos para diseñar, cortar y coser los modelos que simbolizaban la altura de su arte.
En todos sus diseños podemos notar su preferencia por los tejidos con peso, enriqueciéndolos con bordados a mano, lentejuelas. En la mayoría de su colección destacan los vestidos negros, los abrigos cuadrados sin cuello ni botones, la manga japonesa, el vestido túnica o los impermeables transparentes.
Balenciaga era un diseñador muy talentoso, sin apenas cortes ni costuras y en muy poco tiempo era capaz e montar un vestido, además su habilidad en crear volúmenes y formas fue asombrosa, tenia un gran don para dar a las prendas un acabado perfecto, casi escultórico.
Balenciaga era sumamente exigente, si algún vestido no quedaba a su gusto lo llevaba a desarmar hasta que estuviera perfecto.
A Balenciaga le debemos la formación de muchos modistos, algunos de los cuales alcanzarían fama internacional y llegarían a tener firma propia. Entre estos se cuentan Paco Rabanne, André Courrèges, Emanuel Ungaro, Hubert de Givenchy y Óscar de la Renta.
En 1968 y después de 50 años como modisto se retiró del mundo de la alta costura, curiosamente ese fue el año de la llegada del prêt-à-porter, estilo que nunca fue de su agrado, por eso es considerado por muchos como el verdadero padre de la Alta costura.
Curiosamente el único acercamiento al prêt-à-porter fue el diseño de los uniformes de las sobrecargos de Air France
Su retiro fue paulatino, primero dejo la vida activa y meses mas tarde anuncio el cierre de su casa central en Paris y de sus talleres en Madrid.
Pero Balenciaga nos dio una sorpresa más: 4 años después de su retiro anunció que había aceptado el encargo para diseñar el vestido de novia de Carmen Martínez-Bordiú, hija de una de sus clientas más importantes, Carmen Franco Polo, y por lo tanto nieta del dictador Francisco Franco. La boda se celebró el 8 de marzo de 1972, siendo el vestido de Martínez-Bordiu, la última obra de Balenciaga.
Ese mismo año Balenciaga quien no estaba enfermo, ni se le conocía ningún padecimiento grave, inesperadamente el 24 de marzo sufrió un infarto de miocardio, seguido de un paro cardíaco. Tenía 77 años en el momento de su fallecimiento.
Su legado aun perdura, ya que existe un museo en España que nos muestra una colección de unas 1.200 piezas.
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Nos leemos en el siguiente post pero entre amigas
